La pregunta se justifica en el contexto de las preocupaciones de privacidad derivadas de la concentración de información personal en unos pocos gigantes de la información.
La ruptura entre Google y Huawei,puso de evidencia los riesgos de una excesiva dependencia de una tecnología casi exclusivamente estadounidense.
los iPhone de Apple coparon el 15,8% del mercado global de teléfonos inteligentes durante 2018. Y el resto utiliza casi exclusivamente Android.
Lo que significa que para escapar de este duopolio uno básicamente tiene que dar un salto al pasado.
Jack Schofield, columnista de temas de tecnología del diario inglés The Guardian identifica como posibles opciones al Nokia 105 y el Nokia 106, la versión contemporánea del legendario «ladrillo» de la marca finlandesa.
son simples teléfonos 2G que sirven para llamadas, mensajes de texto y poco más: tienen un receptor de radio FM y algunos juegos, incluyendo el mítico Snake.
Pero si se quiere navegar por la red, entonces hay que apostar por el Nokia 3310 que además de navegador tiene cámara de fotos y video y grabadora de voz, pero está lejos de las típicas prestaciones de un típico teléfono inteligente.
Estos tres modelos utilizan el sistema operativo Series 30+ (S30+), que fue adquirida por Microsoft en 2014 y dos años después por HDM Mobile.
El sistema operativo con más probabilidades de convertirse en una alternativa global al iOS de Apple y el Android de Google, muy difícilmente estará 100% libre de Google.
Si de smartphones se trata, también sigue habiendo teléfonos equipados con Windows Mobile -como los modelo Lumia de Nokia- pero muchos fueron fabricados en 2015 y 2016 y pronto ya no tendrán soporte técnico.
también existen algunos pocos modelos que corren en Ubuntu Touch, pero difícilmente encontrarás uno en una tienda cerca de tu casa.
Si se quiere romper la tendencia la mejor apuesta parece ser el Librem 5, que se autodefine como un «un teléfono inteligente completamente basado en PureOS, un sistema operativo totalmente libre, ético y de código abierto que no se basa en Android o iOS».
Es una apuesta de Purism, un start-up basado en San Francisco, EE.UU., y actualmente se puede preordenar desde su página web por US$649.
Y, claro está, queda por verse si Samsung y LG logran su propósito de desarrollar su propio sistema operativo, algo en lo que ya han fracasado en el pasado.
Eso también lo está intentando Huawei, después de que sus problemas con el gobierno de EE.UU. afectaran su relación con Google.
Por lo pronto, si de teléfonos inteligentes se trata, es casi imposible no tener nada que ver con Google o con Apple.