FaceApp volvió a ser popular, e incluso es tendencia en redes sociales con el hashtag FaceApp Challenge, por envejecer digitalmente a sus usuarios. La cuestión es que la nueva fama del aplicativo ha sido acompañada por fuertes acusaciones, como que por medio de ella los usuarios están entregando su privacidad.
Lo anterior debido a que sus políticas de privacidad explican que FaceApp eventualmente podría compartir los datos que recopila la aplicación a terceros con fines comerciales.
Prácticas como estas no son nuevas, de hecho, hay quienes las consideran positivas para fines mercantiles. Rappi es un ejemplo de compañías que emplean robustas bases de datos para perfilar a posibles clientes a los que envían mensajes publicitarios dirigidos a sus teléfonos celulares.
hay otras aplicaciones más grandes, como Instagram, que deberían despertar mayores preocupaciones en los usuarios.
aquí una comparativa:
Instagram solicita acceso a:
Cámara
Contactos
Ubicación
Micrófono
Teléfono
Almacenamiento
Otros (configuración bluetooth, ejecutarse al inicio…)
FaceApp solicita acceso a:
Cámara
Almacenamiento
Otros (permitir acceso completo a la red, recibir datos de internet…)
No es solo la cantidad de accesos que puedan tener aplicaciones como Instragram, Facebook y Snapchat, entre otras, sino también es la cantidad de fotografías que una persona sube a estas y las que publican de esa persona sus amigos y terceros.
Es por lo anterior que la invitación es a que las personas conozcan qué alcances pueden llegar a tener las aplicaciones con sus datos personales antes de siquiera instalarla en sus dispositivos. Esto lo pueden hacer leyendo los términos y condiciones, además de las políticas de privacidad, que cada una de estas publica, por norma, en sus portales web