Netflix le sigue apostando al mercado latino con nuevas producciones. Si bien no es una serie que vería por iniciativa propia por su temática, le di la oportunidad porque la plataforma me la recomendaba constantemente.
Desde su propio universo, hasta la idiosincrasia mexicana “Diablero” es a lo lejos, la mejor producción mexicana que he visto, los tonos de comedia, ficción y terror que maneja le hacen ser original en su género.
Este thriller de fantasía cuenta la historia de Ramiro Ventura un sacerdote que busca ayuda de Elvis Infante un “Diablero” (Cazador de demonios) para buscar a una niña desaparecida, en el transcurso de esta búsqueda se desatarán una serie de eventos que podría determinar el destino de la humanidad.
Con un aire azteca la producción se suma a la lista de series originales de Netflix filmada en América Latina. Si bien no he visto todas las producciones mexicanas, las que he visto, en general se encierran en cárteles de droga, o comedias que no me llaman la atención, pero Diablero es compleja, sobrenatural, con un hilo narrativo interesante, sin necesidad de apegarse a esquemas de films extranjeros.
Los personajes son acogedores y creíbles, desde Ventura (Christopher Von Uckerman) un sacerdote, hasta el versado en lo sobrenatural “Elvis” Infante (Horacio García Rojas) Si bien se asemeja a la temática de producciones como Constantine, Diablero construye una historia de identidad mexicana, sin caer en la parodia, brindando otra perspectiva de las posesiones demoníacas.
Los Clichés ni siquiera me molestan, la posición antidoctrinista, lo básico, sacerdotes malvados, la posición corrupta de la iglesia, y demás hacen parte de su universo, para el desarrollo de la historia.
Con un ritmo ágil, introductorio con sus Flashback y preciso, Diablero es entretenida, solo consta de 8 capítulos en su primera temporada, y deja pie a una segunda.